Colección: PAZ

Sadako Sasaki tenía 2 años cuando el 6 de Agosto de 1945 una bomba átomica cayó sobre su ciudad, Hiroshima.

Aparentemente, la pequeña niña resultó ilesa, pero a la edad de 11 años fue diagnosticada de leucemia, provocada por la radiación recibida, dandole, tan sólo, una esperanza de vida de...

Sadako Sasaki tenía 2 años cuando el 6 de Agosto de 1945 una bomba átomica cayó sobre su ciudad, Hiroshima.

Aparentemente, la pequeña niña resultó ilesa, pero a la edad de 11 años fue diagnosticada de leucemia, provocada por la radiación recibida, dandole, tan sólo, una esperanza de vida de un año.

Cuenta la antigua leyenda de Japón «Senbazuru», que a quien realice 1.000 grullas de papel, los dioses le concederán un deseo.

Sadako se propuso cumplir la leyenda para poder pedir el precioso deseo de un mundo en el que todos viviéramos en paz y sin guerras.

Por desgracia, Sadako no pudo superar su enfermedad, ni terminar todas las grullas de origami.

Fueron sus familiares y amigos los que finalizaron su gesta, logrando hacer las 1000 grullas, convirtiéndose en un símbolo de paz en todo el mundo.

Cada año, cantidad de «Senbazuru», procedentes de diferentes partes del mundo llegan a Hiroshima el 6 de agosto para celebrar el aniversario de aquella fatal tragedia, con toda la generosidad puesta en la gran historia de Sadako Sasaki y todo el pueblo japonés afectado por las bombas de Hiroshima y Nagasaki.

Nuestra nueva colección refleja el deseo de vivir en un mundo de amor, alegría,diversidad, respeto, seguridad... en resumen, un mundo en donde todos vivamos en paz.

Formas simples que representan el papel usado para hacer las figuras de origami, los dobleces del mismo, las alas de grulla... simbolizando la sencillez de las cosas realmente importantes.

Seamos conscientes, y sintámonos muy afortunados de vivir en una parte del mundo en la que nuestros niños y niñas están a salvo de las amenazas de los conflictos de guerra, y podemos disfrutar junto a ellos, de algo que ni Sadako no ni otros muchos niños y niñas pueden ni pudieron disfrutar, como es el derecho a su infancia y su libertad.